En esta boda, todos los elementos de decoración tenían que ir acompasados con el lugar. Y así lo hicimos.
El primero la realización del sitting.
A los novios les gustaron nuestras jaulas y tomaron un lugar privilegiado en el exterior, pero además necesitábamos otro sitting para la entrada del salón que se realizó con un marco antiguo.
Al ser una boda de medio día, los novios no querían que sus invitados pasasen calor, por lo que se les proporcionó una decoración de pai-pai que tuvo gran éxito, pues los invitados los utilizaron sin temor.
Durante la copa de bienvenida, todas las mesas estaban decoradas con sus iniciales, dando un toque personal y distinguido.
Para la numeración de las mesas se utilizaron meseros de pizarra sobre unos minicaballetes muy elegantes y que le dieron un toque muy original.
Las minutas fueron diseñadas acorde con las invitaciones y sobre ellas se puso una rama de lavanda que desprendía un aroma perfecto para la comida.
Como homenaje a los padres de los novios se dispusieron unos cuadros con las fotos de recién casados de cada pareja, fue un detalle muy emotivo.
Por último, en un gran olivo del exterior colgamos nuestro árbol de los deseos, para que todos los invitados pudieran dedicarle unas palabras a los novios y desearle lo mejor en su nueva vida.