En esta ocasión los novios nos hicieron dos encargos.
El primero la realización del sitting, pero no un sitting standard, sino uno que les identificará, que la gente al verlo supiera que ellos eran los novios.
Ruth y Pablo se conocieron en Ibiza y por eso querían que su boda estuviera llena de guiños a su isla.
Partiendo de esa idea decidimos que el sitting serviría a su vez de decoración del pasillo de cipreses que da acceso al Palacio de los Cordova en Granada.
Los invitados se buscarían en “farolillos” blancos, que estarían colgados de los árboles. Cada farolillo sería una mesa que llevaría el nombre de una cala de Ibiza.
Cuando se hizo de noche, los “farolillos” quedaban iluminados desde el suelo creando un ambiente que marcaba el recorrido para dirigirse del cocktail a la zona de la cena.
Eligieron unos meseros sencillos, pero de igual modo personales, porque la tipografía escogida de flores les recordaba a las fiestas ibicencas.
Por último acompañando a este orginal sitting, dispusimos un cartel más sencillo sobre un caballete de madera, para que quién quisiera pudiera buscar su sitio de una forma más fácil.
El segundo encargo fue la realización de unos misales que también deberían ser diferentes, como la boda era a primeros de septiembre y todavía hacía calor, les hicimos unos libros de ceremonia en forma de abanico que servían al mismo tiempo como misal y para aliviar el calor en la Iglesia.